Veo gente sufriendo
sus pasos gritan ante la muerte siempre cercana
sus miradas se ahuecan en las calles siempre psicóticas
veo gente sufriendo
bajo el sol renegado de alumbrar
simples féretros andantes.
Los veo llevando clavos en el cuerpo
y como astillas,
el sudor penetra en las sienes, en la frente
cuando caminan mientras urge,
mientras pueden
veo gente sufriendo
y los llevo conmigo,
suplican en mi memoria,
se quedan en mi tacto,
deambulan en mi sangre
porque soy
de una misma madera carcomida, seca,
respiro el llanto de sus voces
y en las casas de estera,
en la médula de un cerro
en los lugares donde no llega Dios
pero sí la muerte,
solo se escuchan cada día
los truenos del hambre.
Desnudo mis ojos
y entro en las tinieblas del hombre
para buscar puertas de escape
aunque no existan las esperanzas
aunque el silencio es lo único que sabemos
es hacia donde vamos
inevitablemente.
sus pasos gritan ante la muerte siempre cercana
sus miradas se ahuecan en las calles siempre psicóticas
veo gente sufriendo
bajo el sol renegado de alumbrar
simples féretros andantes.
Los veo llevando clavos en el cuerpo
y como astillas,
el sudor penetra en las sienes, en la frente
cuando caminan mientras urge,
mientras pueden
veo gente sufriendo
y los llevo conmigo,
suplican en mi memoria,
se quedan en mi tacto,
deambulan en mi sangre
porque soy
de una misma madera carcomida, seca,
respiro el llanto de sus voces
y en las casas de estera,
en la médula de un cerro
en los lugares donde no llega Dios
pero sí la muerte,
solo se escuchan cada día
los truenos del hambre.
Desnudo mis ojos
y entro en las tinieblas del hombre
para buscar puertas de escape
aunque no existan las esperanzas
aunque el silencio es lo único que sabemos
es hacia donde vamos
inevitablemente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario